El envolvente antideflagrante “d” es un modo de protección de las atmósferas explosivas o atmósferas ATEX de modo constructivo de tipo confinamiento que aplica en el caso de gases que puede utilizarse en zonas clasificadas 1 y 2. En este modo de protección, el equipo eléctrico está encerrado en el interior de una envolvente capaz de resistir la explosión y de no transmitir la inflamación al ambiente circundante, ni por sus juntas de unión, ni por otras comunicaciones.
Gracias al confinamiento, los equipos que pueden entrar en contacto con una atmósfera explosiva e inflamarla están encerrados en el interior de una carcasa. Dicha carcasa debe ser capaz de resistir la presión producida en la explosión y evitará la transmisión de esta hacia el exterior sin sufrir una deformación permanente.
Equipos de protección envolvente antideflagrante “d”
Al tratarse de una envolvente no estanca, la protección envolvente antideflagrante “d” deberá tener en cuenta todas las superficies de contacto de la envolvente, ya que pueden ser caminos de salida hacia el exterior de la llama o de gases calientes derivados de la explosión. Esto es lo que se conoce como junta antideflagrante o recorrido de llama.
Según la EN 60079-1:2015 protección envolvente antideflagrante “d” también tendrá en cuenta:
- La longitud de junta antideflagrante (L): Esta será el camino más corto a través de una junta antideflagrante entre el interior y el exterior de una envolvente. Dicha longitud debe ser suficiente para enfriar los resultados de la explosión, de modo que permita evitar la ignición de una atmósfera inflamable externa al recinto.
- El intersticio de junta antideflagrante (i): Se refiere a la distancia entre las superficies correspondientes de una junta antideflagrante, cuando la envolvente del aparato eléctrico ha sido montada.
- El intersticio experimental máximo de seguridad (IEMS). Este es el mayor intersticio de una junta de 25 mm de longitud que impide la transmisión de la llama.
Hay que tener en cuenta que cuanto mayor sea el volumen de la envolvente, mayor es la cantidad de gas o vapor inflamable capaz de acumular en ella, por lo que mayor será la longitud de junta requerida y menor el intersticio permitido.
Por último, hay que destacar que los equipos de protección envolvente antideflagrante “d” no requieren de mantenimiento especial. Lo único que necesitan es una limpieza regular de las juntas, que debe ser realizada con cuidado, evitando utilizar utensilios que pueden dañarlas. Tras la limpieza, es importante proteger las juntas mediante grasas adecuadas, lo que permitirá un uso seguro de los equipos.